Retour

Les meilleures omelettes de pommes de terre à Barcelone

Barcelona no es solo playa, Gaudí, los tours en segway y selfies con la Sagrada Familia (aunque te perdono si lo hiciste alguna vez).

La verdadera magia de esta ciudad está en los detalles, en esos lugares donde los locales se refugian, donde el catalán vuela de mesa en mesa y donde el paladar se encuentra con un goce inesperado.


Hoy, Bunny, te llevo de la mano por un recorrido que va directo a un icono culinario que todo el mundo cree conocer, pero pocos disfrutan como se debe: la tortilla de patatas.

No hablamos de cualquier tortilla, hablamos de la reina de las reinas de las tortillas, que te harán replantearte la vida.


Así que deja el bocata rápido para los guiris y vamos a por lo bueno. Porque si hay algo que los catalanes saben hacer, aparte de los calçots y vermut caseros, es darle un giro maestro a este plato tan simple y tan glorioso.

¡Arrancamos!

 

LE TRUITES – L'EIXAMPLE


El paraíso escondido en Barcelona donde la tortilla no es un plato, es pura fantasía.

Aquí no se conforman con la típica de patata, no, aquí van a full: tortilla de alcachofas, de butifarra y, sí, agárrate, de chocolate. Es como si la “yaya” se juntara con un chef loco y decidieran romper todas las reglas.

Mientras otros sitios te sirven platos del día aburridos, aquí las tortillas son pura diversión y cero tonterías.

¿Listos para flipar con cada bocado?


FLASH FLASH – SANT GERVASI


Aunque su look grita «setentas» por todos lados, el Flash Flash sigue siendo tan moderno que parece que tiene una máquina del tiempo. Obra de los arquitectos Federico Correa y Alfonso Milá, es ese rincón secreto que lleva desde los 70’s rompiéndola en el mundillo foodie de Barcelona, con una decoración retro-chic que parece sacada de una película.

Este lugar es una fiesta de generaciones: abuelos, padres, hijos y hasta nietos se dan cita en este templo. Aquí todos salen con una sonrisa. Y sí, tienen de TODO: desde la clásica con cebolla hasta versiones con sobrasada o espinacas. Perfecta para compartir, aunque querrás comértela entera y si quieres sorprenderte, prueba la Lay’s: con anchoas, tomate seco italiano y pesto rojo. Sé que suena atrevido, pero confía. Esto es arte en forma de huevo.

 

ALEGRIA BAR – L’EIXAMPLE

Si quieres probar una tortilla que te haga llorar de emoción, aquí la tortilla trufada es un verdadero viaje al paraíso. Y no, no exagero.

Es de esas que te hacen mirar al camarero y preguntar: “¿Esto es legal?”.

Además, acompañada de clásicos como la ensaladilla rusa (la mejor de Barcelona, ojo) y una tostada con anchoas y mantequilla ahumada que te dejará pidiendo más.

Olvídate de los restaurantes turísticos, en Alegría se come como un dios local. Y te lo dice un amigo que sabe 😉.

 

CAL PEP – EL BORN

Las tortillas aquí son una cosa de otro planeta: con un interior cremoso, aterciopelado y fundente que te hará pensar si la vida es solo un mal sueño comparado con ese primer bocado.

Sus tortillas de patata son un capítulo aparte: cremosa, aterciopelada, fundente… (lo siento, no apta para fans de lo seco). Es como morder un pedazo de felicidad.

En serio, olvídate de las tortillas secas y chicladas, las que te venden envasadas al vacío. Si de verdad quieres flipar, te lo prometo, este es el tipo de plan que te hará sentir como un local.

  

BAR DE LA CAVE CAN ROS – GRACIA

Après une journée à marcher dans la ville et à éviter les paellas glacées, rendez-vous à Can Ros. Ce bar-restaurant présente l'équilibre parfait entre tradition et modernité. Leur omelette aux pommes de terre est tout simplement parfaite : préparée sur commande, avec un point de caillage précis et un oignon caramélisé qui laisserait le chef Michelin demander la recette. Et si vous en voulez plus, je vais vous donner un conseil que je ne dirai à personne... leur riz noir est aussi d'un autre niveau, vous aurez l'impression d'avoir découvert un trésor local. Devons-nous garder ce secret entre nous, Bunny ? 😉

 

Prêt! Voici votre guide avec cinq lieux qui vous feront comprendre qu'une omelette aux pommes de terre, ce n'est pas seulement un œuf et une pomme de terre (ou un œuf, une pomme de terre et un oignon ?). C'est une ode à la simplicité, une caresse pour le palais et surtout une excuse parfaite pour se perdre dans les rues de Barcelone comme n'importe quel autre local.

 

Alors maintenant vous le savez, mettez de côté les menus pièges à touristes et explorez la ville avec la faim et la curiosité que vous méritez. Barcelone ne vous laissera pas tomber et rappelez-vous : White Rabbit sait toujours où se trouvent les endroits qui valent vraiment le détour. Et si une délicieuse omelette vous donne envie de continuer à découvrir l'essence de la culture catalane, descendez dans le terrier du lapin, je vous promets qu'ici vous trouverez aussi des histoires qui nourrissent, mais cette fois la curiosité... Bon profit !